Destilando Cuidados
23/01/2024

Ayer fue un día muy duro para mi.

No te voy a contar qué me sucedió, pero sí me apetece dejar por aquí lo que pude destilar de la experiencia.

Tengo mucho que ordenar en mi cabeza, así que trataré de ponérmelo “sencillo”. Así, cada vez que necesite releer esto, podré conectar con lo esencial de forma más cómoda.

1. Experimentar la propia capacidad para establecer límites con la persona con la que se te hace más difícil, es otro nivel de autocuidado. Estoy incluso pensando que eso ES autocuidado realmente, cuando hablamos de él en términos de salud mental.

2. Tengo heridas que sangran todavía si me las tocan según en qué forma, y eso que hubiese jurado que estaban sensibles, aunque reparadas.

3. Tengo capacidad para defender y proteger mis heridas de un ataque, sin embargo, no es una capacidad ilimitada. No soy insumergible, y saberlo me da sensación de calma y también de poder, porque conozco la realidad de mi nave y esto me permite gobernarla mejor.

4. Si veo mis heridas sangrar y soy capaz de decir “hasta aquí” con suficiente antelación, me voy a sentir responsable de hacer mi parte en una relación (de amistad, de pareja o familiar) y eso a su vez me va a hacer sentir empoderada.

5. Empoderarme es un proceso que lleva trabajo y tiempo, y que no es lineal. A la primera no me va a salir, y tampoco me va a salir siempre ni como yo quiera. Y está bien.

6. Quedarse y trabajar para que un vínculo se haga cada vez más sano es posible, siempre que ambas partes se encarguen de lo que les corresponde a cada una.

7. El otro también tiene heridas que a lo mejor cree reparadas, y no. Conocer su historia me permite conocer también cómo tratarlo, y esto me va a ayudar a cuidarlo mejor y cuidar también mejor la relación. El otro tampoco es insumergible, aunque parezca lo contrario.

8. Cuidar las heridas del otro con consciencia es otro nivel.

9. Que cuiden de mis heridas con consciencia me despierta en todos los sentidos y me hace florecer. Y si lo hacen con ternura es el no va más. Me pone hasta cachonda.

10. Tener una red de amigas con las que compartir es Salud. Así: en mayúscula.

Sabela, sola nunca. Ya has estado suficiente tiempo en soledad como para darte cuenta de que es el mejor caldo para que se haga una herida y no cierre jamás.

Y hasta aquí mi decálogo, después de pasar por el alambique de mi corteza prefrontal.

Por si te llega el aroma, te gusta y sientes que te pueda servir de algo.

Con todo el amor,
Sabela.