En esos últimos minutos
20/05/2024

Dos meses hace de la última publicación con mis propias letras.

Estoy en reposo. Buscando espacio seguro interno donde dejarme caer, a ver si voy reparando a gusto.

En las sesiones de yoga se suelen hacer al final unos minutos de relajación.

Estos minutos, desde mi punto de vista, son cruciales para el cuerpo y para la mente.
Todo en la sesión es una construcción para llegar a ese momento.

La calma y la paz con uno mismo no surgen por ciencia infusa. Son la consecuencia de elaborar por fin todo el material estancado que no había podido completar su ciclo (de esto estoy escribiendo un nuevo artículo).

En la sesión de yoga preparamos el terreno para esos últimos minutos, donde el cuerpo se hace con cada recurso con el que ha podido tomar contacto de nuevo (o de nuevas) y encuentra espacio y lugar para el material que se ha podido metabolizar gracias a la acción previa.

En los últimos minutos de una sesión de yoga integramos, pero también reparamos.
Mucho.

En nuestra mente se crea una nueva configuración gracias a lo creado con el cuerpo. Una con más orden, más compasión, más pertenencia y muchísima más ternura.
Y ahora que la mente tiene una nueva y mejorada imagen, guía al cuerpo para moverse desde ella, y así el circuito va mejorando, y nuestro existir también.

En los últimos minutos de una sesión de yoga todos los sistemas y tejidos se recomponen y se expanden, y colonizan de nuevo su tierra, una que debido a la hostilidad del entorno y el contexto perdieron, ya que en el conflicto lo suyo es la contracción.

En los últimos minutos de una sesión de yoga, en esa relajación a la que muchos ya no le dan valor, se encuentra la semilla que atesora la esencia de lo que somos: esa llama cálida que hace de nuestro cuerpo hogar. Nuestra autenticidad.

En esos últimos minutos todo se rehidrata; bebemos el agua que por derecho nos pertenece. Recibimos la vida que hasta ese momento era negada.

En los últimos minutos de una sesión de yoga, cuando creemos que no estamos haciendo nada, en realidad, en esa quietud, en ese estado donde todo se ralentiza, lo estamos creando TODO.

Y en las etapas de quietud de nuestra vida, también.

Por si te sirve.

Con infinito Amor,
tu Sabe.