¿Sabías con qué personaje de la mitología griega podemos relacionar el aroma del aceite esencial de Rosa Damascena?
Hace unos años, paseando por la playa, le decía a mi marido: quiero enseñar Psicoaromaterapia pero no como se enseña siempre, desde los conceptos técnicos, sino desde la metáfora, los arquetipos y el símbolo.
Recuerdo mi infancia llena de los cuentos que nos contaba mi padre cada noche a mis hermanos y a mi. Su padre hacía lo mismo con él y estoy segura de que los recuerdos de mi abuelo incluían sus propias historias contadas por mi bisabuelo.
Necesitaba rescatar este recurso como fuese.
Recuerdo mi cama pegada a la de mi hermana Irene, y mi padre tumbado a su lado.
La habitación estaba en penumbra, pero ahí no había temor. Sólo la voz de papá ocupando el espacio que nos rodeaba.
Como si fuese un proyector mágico, creando imágenes personalizadas en la mente de cada una y en la suya propia.
Cada cuento, cada historia, tenía partes que le afectaban a Irene de diferente manera de lo que me afectaban a mi.
Cada una necesitaba algo diferente de cada relato, y ambas sentíamos que aquel cuento era para sí misma.
Esa es la magia de los cuentos, y también la del aroma de cada aceite esencial.
Tenía que juntarlos…
Desde enero, distintas compañeras están explorando conmigo la mitología griega y sus aromas asociados. Van conociendo el impacto de los aceites esenciales en la psique, desde un lugar donde la inocencia cobra protagonismo y el aprendizaje revive y se estimula.
La metáfora es hija del inconsciente, como el símbolo y los arquetipos. Viven en él, el espacio más grande de nuestro ser; el conjunto de nuestros océanos internos y también el lugar adonde viajan los aromas vía directa y sin escalas.
Ya no sé si el vehículo es el cuento o es el aroma, o si son dos amigos y compañeros de viaje, o quizás amantes que se atraen con el deseo irrefrenable de Eros y Psique.
Lo que sé es que se llevan genial.
De este matrimonio nació la formación “Psicoaromaterapia Sensible a Trauma”, llena de arquetipos de dioses, diosas, titanes, titánides, héroes, heroínas, brujas, centauros sanadores y hechiceras de la mitología griega, y los aromas que encarnan, y ahora en camino mi segundo libro: “Psicoaromaterapia de los Cuentos de Hadas”, que sentará las bases para la segunda parte de la formación, de la que siento que los mismísimo hermanos Grimm o incluso el gran C.S. Lewis estaría orgulloso,
pero sobre todo mi padre.
Y su padre.
Y el padre de su padre.
Solo por ellos ya va a merecer la pena el trabajo colosal que me espera hasta que en unos meses os pueda abrir de par en par las puertas de lo mejor de mi infancia, destilada a través de la historia de todas nosotras y nuestros ancestros.
Con todísimo mi amor e ilusión,
vuestra Sabe.
P.D.: La respuesta a la pregunta del principio es Medusa, la más bella y devota sacerdotisa del templo de Atenea, utilizada por Poseidón, que lleno de celos y envidia por los logros de su hermana poseyó a Medusa contra su voluntad en el mismísimo altar del templo. Medusa, paralizada de miedo, fue culpabilizada por su amada diosa Atenea, que sin piedad la convirtió en gorgona, haciendo que petrificase a todo aquel que osara mirarla a los ojos.
Si aquí no hay tierra como para abrir melones, no sé dónde la habrá, y de ella hablaremos este viernes.
Si sientes que este puede ser tu camino, podemos viajar juntas.
Un abraciño, compañera 🫂🌺🌌