SOBRE MI

Hay una cita de Augusto Morri (1841 – 1932), reconocido médico italiano, que siento que describe a la perfección el sentido de mi labor:

“Si puedes curar, cura; si no puedes curar, alivia. Si no puedes aliviar, consuela, y si no puedes consolar, acompaña.”

Conozco el trauma de primera mano. Lo cierto es que todos tenemos, a un nivel u otro, heridas en nuestro interior que nuestra Alma pulsa por sanar. En mi búsqueda personal he topado con grandísimas profesionales que me han ayudado a volverme a levantar y a hacerlo con un aprendizaje de lo vivido, con más sabiduría pero, sobre todo, con más ternura y compasión conmigo misma.

Mi deseo es poder compartir lo aprendido, ampliar tu lugar seguro, que vuelvas a sentir el calor del hogar en el propio cuerpo y así que puedas seguir cicatrizando.

TRAYECTORIA

Hace más de veinte años que me dedico a trabajar con personas en distintas etapas vitales, enfocándonos en el conocimiento de sí mismas y

EL DESARROLLO COMO SERES CÍCLICOS, COMPLETOS Y CAMBIANTES.

Siempre he sabido, desde que tengo uso de razón, que quería dedicarme a aliviar el dolor ajeno a través del contacto (quizás como respuesta a mi propio dolor), y el norte en mi labor se ha mantenido firme en todo momento, puliendo mis herramientas y el trabajo con ellas, sin dejar de formarme y cuidándome a mí misma. La terapia psicológica, el masaje, el yoga… a nivel personal. Todo el tiempo invertido en mí, retorna inevitablemente en ti.

Mi trayecto, mi camino, es tender puentes, limpiar, restaurar y sostener vínculos, para que el más importante, ese entre tú y tu Esencia misma, pueda encontrar tierra firme y segura donde poder expresarse y expandirse.

ACOMPAÑAMIENTO RESPETUOSO

Me guía la sensibilidad, el respeto, la escucha y la compasión por la vida y sus procesos en todas sus formas, así que es eso lo que esencialmente trataré de ofrecerte cada vez que me visites.

Mike Boxhall, padre de la Biodinámica, decía: “La tarea del terapeuta, no es hacerle algo al cliente, sino realizar un viaje con el cliente (…) Ser escuchado es ser sanado. Ser profundamente escuchado es ser profundamente sanado.”

Te invito ahora a que busques en este nido un rincón donde te sientas cómodx y acompañadx, a que
RESPIRES EN PROFUNDIDAD y te quedes un rato.
Si decides que sea yo la que te acompañe en este tramo de tu camino, quiero que sepas que para mí será un verdadero honor.
Recibe un cálido abrazo y mi deseo de que nunca se apague tu luz.
Con Amor.

Sabela